Declaración de los Obispos Católicos del Estado de Nueva York sobre el fallo Dobbs

Published on June 24th, 2022

“Damos gracias a Dios”

Damos gracias a Dios por la decisión tomada por la Corte Suprema de los Estados Unidos en el día de hoy en la causa Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization. Esta justa decisión salvará a infinidad de niños inocentes que tan solo esperan nacer.

En este día histórico, extendemos nuestra gratitud a los millones de estadounidenses heroicos que, durante casi medio siglo, han trabajado incansablemente para lograr este resultado. Mujeres y hombres, niños y adultos, creyentes y no creyentes, personas de todas las culturas y orígenes han abogado por la vida. Todos ellos han sido una voz caritativa y convincente que ha hablado por los que no tienen voz, y hoy, su voz ha sido escuchada.

Como católicos, a lo largo de estas últimas cinco décadas, hemos rezado y ayunado, nos hemos unido en vigilia, hemos ofrecido Misas y hemos dado nuestro testimonio pacíficamente. Hemos colaborado con otros en la educación de niños en etapa escolar, hemos abierto centros de atención a la mujer embarazada, hemos acompañado a madres y ofrecido contención tras el aborto y hemos marchado, año tras año, hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos para dar testimonio a favor de la vida. Hoy, nuestra voz ha sido escuchada.

Junto con toda la comunidad provida, nos alegramos infinitamente por esta decisión de la Corte. Sin embargo, reconocemos la amplia gama de emociones asociadas con este resultado. Pedimos a todos los católicos, y a todos aquellos que defienden el derecho a la vida de los niños por nacer, que sean caritativos, incluso mientras celebramos un momento histórico importante y una respuesta a nuestras oraciones.

Debemos recordar que esta es una victoria judicial, no cultural. La cultura sigue estando profundamente dividida en este tema, y así lo confirma el mosaico de leyes estatales en materia de aborto a lo largo y a lo ancho del país. Para cambiar la cultura y construir una cultura de la vida, es preciso adoptar políticas en favor de la familia, políticas que acojan a los niños, apoyen a las madres, valoren a las familias y las empoderen para prosperar. En nuestra reciente declaración, aquí disponible, hemos descrito brevemente nuestra visión de un estado de Nueva York provida y hoy renovamos nuestro compromiso de ayudar a todas las futuras madres a llevar su embarazo a término.

Construir una cultura de la vida no es responsabilidad exclusiva del Gobierno ni de esas personas heroicas que trabajan en primera línea, en centros para mujeres embarazadas, en crisis, y otros ministerios. Todos nosotros debemos respetar la dignidad y la santidad de la vida humana en todo lo que hacemos: en el modo en que tratamos a nuestros niños, cónyuges y padres, en el modo en que nos comportamos en nuestro lugar de trabajo y, en resumidas cuentas, en el modo en que cumplimos los dos grandes mandamientos de Jesús que nos llaman a amar a Dios y al prójimo.

El amor, la caridad y el respeto por la vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, construirán y sostendrán una cultura de la vida.

Millones de estadounidenses han trabajado incansablemente durante casi cincuenta años para lograr este resultado. Se lo agradecemos de todo corazón. Su vital labor continúa y nosotros nos comprometemos con ella.

Cardenal Timothy Dolan

Arzobispo de Nueva York

S. E. Rvdma. Mons. Edward B. Scharfenberger

Obispo de Albany

S. E. Rvdma. Mons. Robert J. Brennan

Obispo de Brooklyn

S. E. Rvdma. Mons. Michael W. Fisher

Obispo de Bufffalo

S. E. Rvdma. Mons. Terry R. LaValley

Obispo de Ogdensburg

S. E. Rvdma. Mons. Salvatore R. Matano

Obispo de Rochester

S. E. Rvdma. Mons. John O. Barres

Obispo de Rockville Centre

S. E. Rvdma. Mons. Douglas J. Lucia

Obispo de Syracuse